Tradicional casa canaria con tejado a cuatro aguas, paredes y suelo de piedra y techos de madera. Fue restaurada en el año 2001 conservando su tradicional estructura y los materiales originales de su construcción y dotándola de las máximas comodidades. La casa dispone de una gran terraza desde la que se puede disfrutar de una maravillosa vista de las montañas y del hermoso paisaje del entorno. Delante de la casa hay un bonito jardín con cactus, plantas endémicas, árboles frutales y palmeras. Detrás hay un antiguo molino de aceite del siglo XVII. Se accede a la casa a través de una pequeña carretera privada y se aparca el coche al lado de la entrada principal de la casa.