Casa del siglo XIX rehabilitada en madera, barro y piedra.
Hemos efectuado la remodelación respetando los materiales originales y la arquitectura tradicional, eligiendo cuidadosamente los elementos decorativos y conservando las referencias rurales.

El mobiliario está compuesto por elementos de madera y de forja combinados con armonía y escogidos individualmente para cada una de las estancias de La Casona.

El resultado es un conjunto cálido y actual en el que estamos seguros se sentirá a gusto.

El comedor de la Casona de Espirdo cuenta con chimenea y con acceso directo al porche y al jardín. Cuando el tiempo lo permite se pueden servir los platos en el exterior.

En nuestro restaurante se puede degustar un menú diario, previo encargo, elaborado artesanalmente con las materias primas escogidas originales de la zona.

La Casona de Espirdo tiene un magnífico porche en el que disfrutar la limpia atmósfera de la sierra, degustando nuestros platos, leyendo, descansando o simplemente con una agradable tertulia.

Distribución

• Dormitorios: 8
• Camas dobles: 8
• Baños exteriores: 1
• Baños interiores: 1
• Salones: 1

• Cuna: El establecimiento dispone de cuna(s).
• Calefacción: El establecimiento dispone de calefacción para las épocas más frías del año.
• Televisión: El establecimiento dispone de televisión.
• Fácil aparcamiento: Si
• Jardín: Si
• Chimenea: Si

Si desea saber cómo llegar desde un punto al alojamiento, por favor, introduzca el origen:

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Limpieza: El establecimiento dispone de servicio de limpieza.

Minusválidos: El establecimiento disponde de facilidades para minusválidos.

Desde Espirdo se puede visitar con comodidad toda la provincia de Segovia y la sierra de Guadarrama.

Segovia tiene una gran densidad de pueblos pequeños que conservan el carácter castellano y sus construcciones añejas. Invitamos al viajero a descubrirlos y disfrutarlos. Los paseos por la sierra son buenos para el físico y para el espíritu y pueden hacerse por los lugares más conocidos como Navacerrada, Valsaín o La Granja y por otros menos nombrados como Navafría, Arcones o Prádena y que también nos ofrecen su naturaleza generosa.